jueves, 25 de septiembre de 2014

Bogotá, Colombia. Día 1 “Manuela Sáenz: la Libertadora del Libertador”

En el edificio donde se encuentra el Museo de Trajes Regionales de Colombia, también se expone una colección sobre el estilo de vida y vestuarios de Manuelita Sáenz Aispuru, de hecho, en este Museo ubicado en el barrio histórico de Bogotá, habitó Manuelita durante los años de 1828 a 1830, ¿Pero quién fue Manuela Sáenz?. Debo confesar mi ignorancia, yo no conocía este personaje, para mí, fue un afortunado descubrimiento llegar a esa casa donde vivió y conocer su historia.

Manuelita nació en Quito en 1795, hija de padre Español y madre Quiteña, de pequeña fue muy inquieta y rebelde, quizá por su condición de hija “bastarda”. Gozó de muy buena posición económica y eso no le impidió que simpatizará con las ideas revolucionarias y emancipadoras de la época. Muy joven sus padres la casaron con un medico Ingles adinerado, mucho mayor que ella y se fueron a vivir a Lima, ahí Manuelita participó de lleno en el proceso de independencia del Perú, situación por la cual José de San Martin, la nombró Caballero de la orden del Sol por sus servicios a la causa libertaria.

Manuela fue una mujer de fuerte personalidad, rompió las barreras de las convenciones sociales, morales y de genero de la época, siempre lograba imponerse sobre sus enemigos, y como mujer que amaba todas las formas de libertad, deshizo el vínculo que la unía con el médico ingles para entregarse en cuerpo y alma al hombre de su vida; Simón Bolívar. Cuando se conocieron ella tenia 24 años y él 39.

Una vez a su lado, su vocación siempre fue la de salvaguardar la vida del Presidente-libertador de la Gran Colombia, Manuelita dejó todo para seguir a Bolívar, a su lado, controla, orienta y vigila la lucha por la libertad de América.

Manuelita salvó a Bolívar de varios atentados de muerte, pero fue el 25 de septiembre de 1828 cuando el Libertador estuvo más cerca de ser asesinado a mano de sus enemigos políticos, esa noche se conoce como “La noche trágica”, sus enemigos al ver frustrado su crimen gracias a la astucia de esta mujer, la humillaron y maltrataron pero a Manuelita poco le importo eso, ya que logró salvar la vida de su amado. Cuando se volvieron a ver después de ese episodio, Bolívar le dijo a Manuela frente a varios testigos; “¡Tú eres la libertadora del libertador”!

En mayo de 1830 Bolívar se despidió de Manuelita y partió a la costa atlántica para continuar luchando, desde ahí, por su ideario; el de la Gran Colombia, pero en diciembre de ese año la muerte lo sorprende en Santa Martha. Esa noticia sorprendió a Manuelita y ese mismo año intento suicidarse.

Calumniada, perseguida, repudiada y desterrada partió a Paita Perú donde vivió sus últimos años. Vieja, enferma, pobre e invalida la ataca la peste de difteria que le ocasionaría la muerte en 1856, en ese lugar fue enterrada en una fosa común con sus recuerdos, cartas y documentos. Sus biógrafos dicen que el tiempo le cobró cara su osadía: su ejercicio de la libertad.

“Yo amé al Libertador; muerto lo venero. Pueden disponer alevosamente de mi existencia, menos hacerme retroceder una línea en el respeto, amistad y gratitud al General Bolívar”. Manuela Sáenz
Replica del vestuario de Manuelita Sáenz

Casa donde habitó la Libertadora del Libertador, se ubica en el centro histórico de Bogotá, Colombia.

En la casa de Manuelita

Película sobre la vida de Manuelita Sáenz http://www.youtube.com/watch?v=ZHHBzlKKFSU

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