En mi séptimo día de viaje me encontraba en la ciudad de México y desde ahí me fui a conocer la zona arqueológica de Tula, localizada en el estado de Hidalgo, desde hace tiempo quería conocerla y ese día se me cumplió el deseo. ¿Como le hice para llegar hasta el sitio?
Me levanté muy temprano y me fui a la central de autobuses del norte de la ciudad de México, adquirí un boleto con destino a la ciudad de Tula, Hidalgo la linea de autobuses que van hacia allá se llama Ovnibus, aquí dejo el link de su página para que revisen costos y horarios: http://www.gvm.com.mx/. Salí a las 7 de la mañana de la ciudad de México y a las 9 ya me encontraba en la central de autobuses de la ciudad de Tula (son dos horas de viaje aproximadamente). Una vez en la central de Tula pregunté como dirigirme a la zona arqueológica:
Una persona que trabajaba en la terminal de autobuses a donde llegué, me comentó que a un par de cuadras paraba un transporte publico que me dejaba en la entrada de la zona arqueológica, así que me fui caminando al lugar que me indicó, abordé el bus y le indiqué al chofer que me bajará en la entrada a las ruinas.
Después de un pequeño recorrido (la zona arqueológica esta muy cercana al centro) el chofer paró en la autopista, crucé la calle y me dirigí a la entrada principal del sitio.
Una vez adentro hay otro camino que nos lleva hasta las ruinas, durante el recorrido se puede apreciar la flora predominante del valle del Mezquital.
Los jardines estaban muy bien cuidados
como llegué temprano, eran muy pocos los visitantes que se encontraban en la zona.
Siempre recomiendo llegar a estas zonas lo mas temprano posible, ya que entrado el día son invadidas de turistas.
Por fín, estaba frente a los Atlantes de Tula, los pude apreciar en todo su esplendor. Los enormes atlantes representaban guerreros toltecas de alto rango, no se encontraban a la vista de pueblo, como hoy los podemos mirar, sino que se ubicaban en el interior del templo sosteniendo el techo que coronaba la pirámide, lo que significaba que guardaban una conexión con los dioses.
Los atlantes se encuentran en la Pirámide B y custodiaban la estructura considerada como uno de los edificios sacros más importantes de la ciudad prehispánica, dedicado a Quetzalcóatl dios patrono y sumo sacerdote de Tula. El símbolo del fuego sagrado sobresale en la parte posterior de los monolitos. En la foto, al fondo también se aprecia la ciudad de actual de Tula.
Cuando yo visité la zona arqueológica había un vigilante (el que se aprecia en la foto) que portaba un arma, en lo personal creo que en una zona cultural un arma sale sobrando, pues solo intimida a los visitantes del lugar.
Las figuras esculpidas en las lapidas del Coatepantli (Muro de las serpientes) corresponden a esqueletos humanos devorados por enormes serpientes y están relacionados con el sacrificio humano.
La ciudad prehispánica de Tollan-Xicocotitlan hoy Tula tuvo una vida de más de cuatro siglos, cuyo apogeo se ubica entre los años 1000 y 1100 D.C. Los Toltecas se distinguieron por su prudencia y sabiduría, realizaron alianzas con tribus cercanas y conquistaron la amistad de los Chichimecas que siempre se mostraron hostiles a otras tribus. Se distinguieron en las artes, la orfebrería, la talla de piedra, la arquitectura, la pintura y muchas otras actividades en donde demostraron al mundo su laboriosidad e inteligencia.
Durante el Posclásico temprano, Tula dominó gran parte del centro de México. Según algunos autores, los Toltecas formaron un sólido imperio con un trascendental testimonio cultural. Los Toltecas eran hombres cultos, poseían una escuela donde estudiaban hijos de señores de imperios del centro y sur del país así como algunos de América Central que después retornaban a gobernar sus pueblos.
Una vez terminado mi recorrido por las ruinas me dirigí al museo de sitio, durante mi trayecto de nueva cuenta admiré la hermosa flora del lugar.
Este es el Museo de Sitio de Tula, donde se exhiben los rasgos de la cultura Tolteca. Tula es el vocablo español para la palabra Náhuatl Tollan que significa lugar de tules o juncos.
Unas sandalias de un Guerrero Tolteca (atlante) se puede apreciar en el museo. Amigos los invito a que visiten esta enigmática y hermosa zona arqueológica y a leerme en mi próximo post, saludos a todos.
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