Una vez que descendimos del teleférico y admiramos las impresionantes vistas de la sierra "El Fraile" desde el mirador, el operador del Teleférico nos acercó hasta la entrada de las grutas, donde nos dejó en manos del guía que nos llevaría a recorrer su interior. Cabe aclarar que el acceso solo es permitido con la compañía de un guía certificado, el acompañamiento no tiene costo extra, al final del recorrido el guía solicita una colaboración voluntaria.
El trayecto por el interior de las grutas tiene una duración aproximada de dos horas, durante las cuales se recorre una distancia de 2.5 km y se visitan más de 30 "salones" donde se aprecian impresionantes formaciones de estalactitas y estalagmitas esculpidas por la naturaleza a través de millones de años.
Estas grutas estuvieron ocultas por miles de años hasta que fueron encontradas accidentalmente en 1843.
Uno de los salones más espectaculares es "El teatro" donde las formaciones son iluminadas con luces multicolores.
Las estalactitas (formaciones que cuelgan del techo) y estalagmitas (formaciones que se desarrollan en el suelo) son la atracción principal del recorrido.
Dichas formaciones se producen mediante un proceso milenario de filtraciones, pues se calcula que son necesarios por lo menos 100 años para que se acumule una pulgada cúbica de minerales.
Durante la prehistoria estas grutas se encontraban bajo el mar, por eso se pueden observar restos de fósiles marinos, como conchas y caracoles.
Desde los balcones se tiene una vista panorámica de lo que se va dejando atrás.
El Gorila
La temperatura en el interior es menor a 20 grados centígrados todo el año, en verano no se siente calor y en invierno no hay frío.
Aquí ya estábamos finalizando nuestro recorrido, de nuevo llegamos al la bóveda de inicio. Se recomienda acudir con ropa y calzado cómodo, ya que el recorrido por el interior de la gruta cuenta con muchos ascensos y descensos por escaleras y pasillos, algunos muy estrechos.
Cuando finalicé mi recorrido por el parque, me topé con la dificultad del transporte. El taxista que me llevó hasta las grutas me comentó que iba ser muy difícil encontrar un taxi a la salida de mi recorrido, se ofreció pasar por mi cuando finalizará mi visita, incluso me proporcionó su número telefónico para que lo llamará, sin embargo, lo que no me convenció fue la tarifa que quizo cobrarme, así que mejor esperé a que saliera un carro del parque y me diera un aventón hasta el pueblo de García.
Mientras esperaba, miré un camión que se encontraba estacionado frente a la salida del parque ¿y que creen?
Pues en ese camión me transporté hasta el pueblo de García. El chofer fue muy amable y me dijo que sí me llevaba, cuando le solicité el aventón. Bueno amigos, no me resta más que decirles que México está lleno de joyas geológicas que son obras y regalos de la naturaleza, como estas grutas que los invito a conocer, quedaran sorprendidos por su majestuosidad. Hasta el próximo Post!
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