El museo Franz Meyer se especializa en la exhibición permanente de artes decorativas y diseño, particularmente del siglo XVI al XIX, si a ustedes les parece aburrido o no son amantes del diseño clásico, o de época, les comento que el museo también da cabida, de forma temporal, a exposiciones de diseño de arte contemporáneo.
Cuando yo visité el museo (julio 2014) en los pasillos de la segunda planta se exhibía la exposición; "Manos por México: variaciones a la mano silla de Pedro Friedeberg" La muestra, que después se subastó, tuvo como finalidad la recaudación de recursos para la fundación "En nuestras Manos" que apoya a grupos vulnerables. Aquí dejo algunas fotos sobre dicha colección:
La “Mano-silla” es una escultura-mobiliario diseñada para sentarse en la palma usando los dedos como respaldo y descansabrazos, es creación del artista italo-mexicano Pedro Friedeberg.
Más de 180 artistas y diseñadores nacionales y extranjeros invitados por Friedeberg, intervinieron su silla, creando diferentes y asombrosas reproducciones de su obra a través de variadas técnicas, materiales y planteamientos.
La "Mano-silla" creada en 1962 por Friedeberg, en su etapa de diseñador de muebles, fue duramente criticada. Actualmente es una pieza fundamental en la historia del arte. El nombre completo de la obra es: Mano de Akhenatón o Mano de Baphomet.
Esta obra le valió a Friedeberg ser aceptado en el círculo surrealista. Su silla forma parte de la mueblería surrealista que incluye el sillón en forma de los labios rojos de Mae West, diseñado por Salvador Dalí.
La exposición "Manos por México" fue también un homenaje a la trayectoria del autor, considerado como el último de los surrealistas mexicanos.
Entre los artistas que intervinieron las sillas, se ecuentran; Moisés Zabludovsky, Gustavo Monroy, Gustavo Arias, Emiliano Gironella, Vicente Rojo, Jazzamoart, Fernando González Cortázar, Astrid Hadad, Héctor Falcón, Raymundo Sesma, entre otros.
Diversos materiales como periódico, metal, plastico, mimbre, telas, vendas, madera, lentejuelas, peluches, tejidos, resinas, yeso, grava, entre otros, fueron utilizados para dar forma a múltiples modelos de sillas: autenticas esculturas en formas de mano.
Cada silla estuvo inspirada en un motivo diferente.
Tome usted asiento. Sin duda, cuando uno se sienta en una silla de Pedro Friedeberg, nos tiene en la palma de su mano. Saludos a todos nos leemos en la próxima.
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