sábado, 25 de octubre de 2014

Zipaquirá, Cundinamarca, Colombia. Día 3 "180 metros bajo tierra; entre sal, esmeraldas y café”

Se dice que la leyenda de "El Dorado" fue difundida por el conquistador Gonzalo Jiménez de Quezada que al conocer un relato de la tradición de los indígenas chibcha, confundió parte del mismo y propagó la idea de que en Colombia existía una gran ciudad oculta con grandes reservas de oro y metales preciosos, muchos fueron los conquistadores españoles que buscaron esa enigmática ciudad y murieron en el intento.

Las tierras colombianas no solo son ricas en oro, sino también en esmeraldas. Los Muzos un pueblo nativo de Colombia que conocían la ubicación de las minas de esmeraldas, lucharon por mucho tiempo contra los conquistadores españoles quienes insistían en saber la localización de esas grandes minas, pero los nativos nunca revelaron su ubicación, aunque eso significará su exterminio.

En el interior de la ex-mina de sal, el viajero también puede apreciar galerías donde se exponen para la venta un sin fin de joyas realizadas a base de esmeralda. Yo pregunte por el precio de una medalla y wow! Era casi mi presupuesto de viaje :O

Actualmente Colombia es el principal productor de esmeraldas en el mundo después le siguen Brasil y Zambia. Boyacá y Cundinamarca son las zonas donde se concentran los mayores yacimientos de esta piedra preciosa y donde existe la mayor explotación de esmeraldas en el país.

Otro atractivo de la mina de sal es su Espejo de Agua. El agua interactúa con la roca salina creando un efecto óptico que forma un espectacular espejo de 80 metros cuadrados, brindando una vista muy interesante.

También se puede admirar obras de arte tallas en las paredes de la mina de sal, como la que se aprecia en la foto.

Durante el recorrido, fuera del circuito de la catedral de sal, se encuentran pabellones con tiendas de venta de artesanías y productos varios.

y si durante el recorrido se les antoja un rico café colombiano también lo pueden encontrar ahí abajo.

Se puede también contratar un recorrido guiado conocido como "la ruta del minero" donde los visitantes conocerán los aspectos geológicos de esta mina. Como ven el complejo turístico es bastante amplio, las actividades y atracciones son muchas. Con este post termino mi recorrido por la mina y por este municipio. 

Cuando salí de la mina, pasaban de las 3 de la tarde y el hambre ya hacia estragos en mi humor. Tanto en el complejo turístico como en el poblado de Zipaquirá las opciones para comer eran muy variadas, sin embargo y con el hambre que traía, decidí comer en un restaurante muy famoso ubicado en el poblado de Chía a media hora aproximadamente de Zipaquirá. Para trasladarme hacia allá me dirigí donde me había dejado inicialmente el autobús suburbano y tome otro con dirección a Chia, ubicado entre Zipaquirá y Bogotá. En mi próximo post les comentaré sobre este restaurante, saludos.

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